domingo, 20 de diciembre de 2009

Para todos los que buscan la paz y la salud en su vida...



Este año cumplí los 55 años en perfecta salud y revisándome internamente me doy cuenta que también estoy en paz conmigo y con la vida. A esta conclusión llegué luego de leer un correo de uno de mis contactos, en el cual me enviaba los 20 consejos de los indígenas norteamericanos, y darme cuenta que mi vida gira entorno a esos enunciados contenidos en el mismo y que hasta la fecha no conocía. Así que me pareció una excelente idea compartirlos con todos (mi familia, mis amigos, mis contactos y todo aquel que quiera leerlo), ya que estoy segura que el hecho de haber adoptado esos principios es lo que me mantiene perfectamente sana y en paz...
Miles de bendiciones a todos.
Namaste
Diana

20 CONSEJOS DE LOS INDÍGENAS NORTEAMERICANOS

1. Levántate con el sol para orar. Ora sola(o). Ora frecuentemente. El Gran Espíritu oirá, ciertamente, si le hablas.

2. Sé tolerante con aquellos que han perdido el camino. La ignorancia, la presunción, la ira, los celos y la avaricia (codicia), provienen de un alma perdida. Ora para que ellos encuentren guía.

3. Búscate a ti mismo, por tus propios medios.
No permitas que otros hagan tu camino por ti. Es tu senda, y sólo tuya. Otros pueden caminar contigo, pero nadie puede hacer tu camino (o caminar tu senda) por ti.

4. Trata a los huéspedes en tu casa con mucha consideración. Sírveles la mejor comida, dales la mejor cama y trátalos con respeto y honor.

5. No tomes lo que no es tuyo, sea de una persona, una comunidad, de la selva o de una cultura. No fue dado ni ganado. No es tuyo.

6. Respeta todas las cosas que están sobre esta tierra, sean personas o plantas.

7. Honra los pensamientos, deseos y palabras de todas las personas. Nunca los irrumpas, ni te burles de ellos, ni los imites de manera grosera. Permite a cada persona el derecho a su expresión personal.

8. Nunca hables de los demás de mala manera. La energía negativa que pones en el universo se multiplicará cuando retorne a ti.

9. Todas las personas comenten errores. Y todos los errores pueden ser perdonados.

10. Malos pensamientos causan enfermedad a la mente, al cuerpo y al espíritu. Practica el optimismo.

11. La naturaleza no es PARA nosotros. Es PARTE de nosotros. Ella es parte de tu familia del mundo.

12. Los niños son las semillas de nuestro futuro. Siembra amor en sus corazones y riégalos con sabiduría y lecciones de vida. Cuando crezcan, dales espacio para crecer.

13. Evita herir los corazones de los demás. El veneno de tu sufrimiento retornará a ti.

14. Sé verdadero (veraz) todo el tiempo. La honestidad es la prueba de la voluntad de uno en este universo.

15. Consérvate balanceado. Tu persona Mental, tu persona Espiritual, tu persona Emocional, y tu persona Física: todas tienen la necesidad de ser fuerte, puras y saludables. Ejercita al cuerpo para fortalecer la mente. Crece mucho espiritualmente para curar enfermedades emocionales.

16. Haz decisiones conscientes acerca de quién serás y acerca de cómo reaccionarás. Sé responsable por tus propios actos.

17. Respeta la privacidad y el espacio personal de los demás. No toques la propiedad personal de los demás, especialmente los objetos sagrados y los objetos religiosos. Esto está prohibido.

18. Sé verdadero ante ti mismo primero que todo. No puedes nutrir y ayudar a otros si no puedes nutrirte y ayudarte a ti mismo primero.

19. Respeta las creencias religiosas de los demás. No impongas en los demás tus propias creencias.
20. Comparte tu buena fortuna con los demás. Participa en la caridad

martes, 13 de octubre de 2009

El mundo de los sueños




Esta noche conversando con mi hermana Rossy, ella me decía que está preocupada porque su hijo menor tiene sueños extraños y que eso podría ser algún problema mental que éste pueda estar presntando. Le dije que el tener sueños extraños no es ningún síntoma de enfermedad mental, porque de ser así yo debo ser una completa loca ya que desde hace mucho tiempo tengo sueños extraños.
Recordar el sueño de la noche anterior generalmente no es fácil para las personas ya que, a menos que pase en el mismo algún hecho que nos impacte, generalmente salimos del mundo de los sueños apenas ponemos los pies fuera de la cama.
A raíz de unos cursos de crecimiento interior que estuve realizando en la Isla de Margarita a finales del año 1997, el instructor nos dio como "tarea para la casa", hasta que llegara el próximo taller, que nos compráramos un cuadernito y lo colocáramos al lado de la cama junto con un lápiz o bolígrafo, para que apenas nos despertáramos escribiéramos en él todo lo que recordáramos del sueño del que estábamos emergiendo. La mayoría de los participantes del taller decíamos que no recordábamos los sueños de la noche anterior, pero el instructor nos aseguró que si hacíamos como nos indicaba recordaríamos hasta los sueños que nos parecerían como más extraños o ridículos al despertar.
Personalmente puse en prueba el método que el instructor nos dio, me compré un cuadernito pequeño, decorado con una osita sentada con un abanico en la mano, y lo coloqué en la mesita de noche al lado de mi cama junto con un bolígrafo. Sorpresivamente, a la mañana siguiente, me desperté con las imagenes frescas del sueño que había tenido esa noche, y podía verlas una y otra vez en mi mente como cuando una recuerda las escenas de una película que acaba de ver en el cine. Tomé el cuadernito y el bolígrafo y empecé a escribir el sueño que había tenido, el cual transcribo a continuación:
30/11/97.
Sueño de anoche:
A la salida del túnel observo que frente al espacio que ocupo todo está lleno de formas (?!). Parece un entramado o tapiz de figuras parecidas a las estrellas de nieve, pero en constante movimiento y pulsación, en diferentes partes del Todo, que me hacen recordar cuando se mira un caleidoscopio, sólo que en este caso es una infinidad de caleidoscopios. No distingo los límites del entramado en ninguna de las direcciones, se pierde de vista extendido en todos los sentidos.
Parada o suspendida (?) frente a ello siento que ES, que tiene vida, que respira en cada pulsación. Los colores transparentes y sutiles como si fueran cristales de colores claros, tiernos, como tonos pasteles, en cada pulsación cambian y se transforman, pero no todos a la vez sino en forma alternada y en diferentes partes, como si marcaran compases de música. Es entonces cuando siento que ese movimiento, ese pulsar, es melodía. Estoy frente a todo un espectáculo de luz, sonido y vida.
De pronto hacia mi lado derecho algo llama mi atención. Siento una presencia. Desde la nada de la derecha entra Al, sonriente, brillante, todo azul. Camina. No, se desplaza como suspendido hacía mí (estamos suspendidos en la nada frente al entramado de formas), me circunda y es cuando me percato de que soy toda rosa, al terimnar de darme la vuelta nos convertimos ambos en figuras piramidales alargadas y girando cada uno, cada vez a mayor velocidad, nos fundimos uno en el otro para conformar, en un estallido brillante, una pirámide dorada de siete caras.
La pirámide dorada se desplaza hacia el entramado y en una forma rítmica se introduce y sale del entramado, con movimientos en que se desplaza dentro del entramado en diferentes direcciones.
En un primer instante el movimiento me parece el de una aguja dorada entrando y saliendo de un tul; luego se me asemeja a un dorado pez que nada en aguas cristalinas y que de vez en cuando salta fuera de ellas para luego, en rauda zambullida, continuar nadando. Al final siento que es una danza con el Todo, con la luz, con la energía con el Ser. Siento plenitud, llenura, placer, alegría, calidez, abrigo y relleno (como contenedor y contenido). Es rico lo que siento o debo decir sentimos (?), porque se que la forma dorada a pesar de ser una es dos, pero lo absurdo es que siento que pueda ser tres (?).
Todo estalla en blanco, siento la separación y caigo por el tunel.
Pego un brinco en la cama y abro los ojos. Escucho que está sonando el teléfono. !Que lástima! quisiera seguir soñando y bailando.