martes, 13 de octubre de 2009

El mundo de los sueños




Esta noche conversando con mi hermana Rossy, ella me decía que está preocupada porque su hijo menor tiene sueños extraños y que eso podría ser algún problema mental que éste pueda estar presntando. Le dije que el tener sueños extraños no es ningún síntoma de enfermedad mental, porque de ser así yo debo ser una completa loca ya que desde hace mucho tiempo tengo sueños extraños.
Recordar el sueño de la noche anterior generalmente no es fácil para las personas ya que, a menos que pase en el mismo algún hecho que nos impacte, generalmente salimos del mundo de los sueños apenas ponemos los pies fuera de la cama.
A raíz de unos cursos de crecimiento interior que estuve realizando en la Isla de Margarita a finales del año 1997, el instructor nos dio como "tarea para la casa", hasta que llegara el próximo taller, que nos compráramos un cuadernito y lo colocáramos al lado de la cama junto con un lápiz o bolígrafo, para que apenas nos despertáramos escribiéramos en él todo lo que recordáramos del sueño del que estábamos emergiendo. La mayoría de los participantes del taller decíamos que no recordábamos los sueños de la noche anterior, pero el instructor nos aseguró que si hacíamos como nos indicaba recordaríamos hasta los sueños que nos parecerían como más extraños o ridículos al despertar.
Personalmente puse en prueba el método que el instructor nos dio, me compré un cuadernito pequeño, decorado con una osita sentada con un abanico en la mano, y lo coloqué en la mesita de noche al lado de mi cama junto con un bolígrafo. Sorpresivamente, a la mañana siguiente, me desperté con las imagenes frescas del sueño que había tenido esa noche, y podía verlas una y otra vez en mi mente como cuando una recuerda las escenas de una película que acaba de ver en el cine. Tomé el cuadernito y el bolígrafo y empecé a escribir el sueño que había tenido, el cual transcribo a continuación:
30/11/97.
Sueño de anoche:
A la salida del túnel observo que frente al espacio que ocupo todo está lleno de formas (?!). Parece un entramado o tapiz de figuras parecidas a las estrellas de nieve, pero en constante movimiento y pulsación, en diferentes partes del Todo, que me hacen recordar cuando se mira un caleidoscopio, sólo que en este caso es una infinidad de caleidoscopios. No distingo los límites del entramado en ninguna de las direcciones, se pierde de vista extendido en todos los sentidos.
Parada o suspendida (?) frente a ello siento que ES, que tiene vida, que respira en cada pulsación. Los colores transparentes y sutiles como si fueran cristales de colores claros, tiernos, como tonos pasteles, en cada pulsación cambian y se transforman, pero no todos a la vez sino en forma alternada y en diferentes partes, como si marcaran compases de música. Es entonces cuando siento que ese movimiento, ese pulsar, es melodía. Estoy frente a todo un espectáculo de luz, sonido y vida.
De pronto hacia mi lado derecho algo llama mi atención. Siento una presencia. Desde la nada de la derecha entra Al, sonriente, brillante, todo azul. Camina. No, se desplaza como suspendido hacía mí (estamos suspendidos en la nada frente al entramado de formas), me circunda y es cuando me percato de que soy toda rosa, al terimnar de darme la vuelta nos convertimos ambos en figuras piramidales alargadas y girando cada uno, cada vez a mayor velocidad, nos fundimos uno en el otro para conformar, en un estallido brillante, una pirámide dorada de siete caras.
La pirámide dorada se desplaza hacia el entramado y en una forma rítmica se introduce y sale del entramado, con movimientos en que se desplaza dentro del entramado en diferentes direcciones.
En un primer instante el movimiento me parece el de una aguja dorada entrando y saliendo de un tul; luego se me asemeja a un dorado pez que nada en aguas cristalinas y que de vez en cuando salta fuera de ellas para luego, en rauda zambullida, continuar nadando. Al final siento que es una danza con el Todo, con la luz, con la energía con el Ser. Siento plenitud, llenura, placer, alegría, calidez, abrigo y relleno (como contenedor y contenido). Es rico lo que siento o debo decir sentimos (?), porque se que la forma dorada a pesar de ser una es dos, pero lo absurdo es que siento que pueda ser tres (?).
Todo estalla en blanco, siento la separación y caigo por el tunel.
Pego un brinco en la cama y abro los ojos. Escucho que está sonando el teléfono. !Que lástima! quisiera seguir soñando y bailando.